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LAS CIFRAS
40
son los kilómetros con los que contará el carril bici de Málaga cuando esté terminado.
30%
más es lo que han vendido los comercios especializados en candados y complementos, como cascos para bicis.
Las calles de Málaga están cambiando de color. El carril bici está tiñendo de un tono rojizo la ciudad. Pero esta nueva vía no sólo marcará la fisonomía de la capital. También pretende convertirse en un antes y un después para los malagueños. Y parece que ya empieza a surtir efecto.
Cientos de ciudadanos están empezando ya a modificar sus hábitos y la bici gana terreno como medio de transporte diario. La existencia de un carril específico y seguro para que puedan circular está animando las ventas de bicicletas. En los cuatro comercios de Carrefour más cercanos a la capital estiman que el incremento ha llegado hasta el 35% en muchos casos con respecto a la misma fecha el año pasado. Además, esperan que estas cifras aumenten en Navidad, cuando siempre es el regalo estrella.
Lo mismo indican fuentes de Decathlon. En su tienda de Guadalmar señalan que muchos de sus clientes se interesan por las bicicletas, sobre todo por las urbanas y plegables. Desde El Corte Inglés indican que todavía no han percibido ese cambio, pero confirman que Málaga ha sido siempre el punto de ventas de bicicletas más importante de toda España. Algo que, seguro, se reforzará con la llegada del carril bici.
Fuentes de Eroski confirman que han percibido una subida de ventas de accesorios de bicicletas y cascos. «Entendemos que es por la puesta a punto de las bicicletas y por la normativa de seguridad vial», indican. Además, aseguran que tienen previsión de duplicar las ventas de bicicletas y complementos como consecuencia del carril bici.
En las tiendas específicas de bicicletas, también están haciendo mayor negocio. «La bici plegable ha crecido un 25% más; son muy demandadas porque son cómodas y puedes guardarlas en cualquier sitio cuando llegas al trabajo o a casa», explica Gregory Mills, de Recyclo Bike, que se encuentra en la avenida Juan Sebastián Elcano. Las previsiones incluso han atraído a la provincia a una de las marcas más importantes. Trek se instaló hace un año en la Cruz de Humilladero y desde entonces no paran. «Preguntan mucho por las bicis urbanas», señala Miguel Quesada, gerente de la tienda, quien opina que el clima y el hecho de que Málaga sea llana la convierten en una ciudad ideal para usar la bici como medio de transporte. «Si no hay más usuarios es porque, hasta ahora, no había infraestructura, pero el futuro en Málaga está en la bicicleta», afirma. Desde Trek indican otra cifra significativa: «Estamos vendiendo un 30% más de candados», asegura Quesada.
Las ventajas son muchas: es saludable, no contamina, no hay caravanas, no hay que buscar aparcamiento... Lo cierto es que muchos malagueños se ven empujados a la bicicleta, más que por convicción, porque ya no saben qué hacer con el coche. Los precios de la gasolina están convirtiendo los vehículos a motor en un artículo de lujo. Con una media de 1,21 euros por litro de gasolina sin plomo 95 y de 1,15 el gasóleo, el coche se usa para lo imprescindible. Otra cifra que muestra esta caída en el uso del vehículo es que el pasado octubre las ventas de coches nuevos cayeron un 38,5% con respecto al mismo periodo del año pasado, con solo 1.686 en la provincia. Y luego está la falta de aparcamientos, que en el Centro y en las zonas de gran afluencia se ha convertido en un mal crónico.
«Es una lucha diaria; tengo que ir a trabajar al Centro y soportar las caravanas; cuando llego resulta que no puedo aparcar el coche en ningún sitio», dice Aurora, una vecina de la Carretera de Cádiz. Desde hace seis meses, va a trabajar en autobús, pero dice que piensa pasarse a la bicicleta. «Dejaré el autobús para cuando llueva», explica.
Comodidad y ahorro
Para Alonso González, presidente de la asociación para la promoción de la bicicleta Ruedas Redondas, este cambio de tendencia ya se percibe en los carriles bici que ya están operativos. «Ahora es más habitual ver gente en bici por la ciudad y los conductores y peatones están empezando a aceptar esa convivencia necesaria», apunta, mientras que dice que el cambio de tendencia será paulatino, pero que Málaga debe equipararse en este asunto a las ciudades Europeas, más aún, con un clima muy favorable.
El Ayuntamiento ha proyectado una red de carril bici de 40 kilómetros en la ciudad, 32,4 de ellos, nuevos, además de 30 aparcabicis. Esta red se está haciendo por tramos y actualmente ya está al 70% (sin contar el carril litoral). El proyecto tiene previstos cuatro itinerarios que conectan el Centro con el litoral este, el Centro con la Universidad, Centro y zona de Carretera de Cádiz, y Centro y Ciudad Jardín. «Creo que poco a poco podremos animar al uso diario de la bicicleta, pero será una tarea difícil cambiar las costumbres de los malagueños», indica el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero. Por lo pronto, dos de los itinerarios previstos ya están terminados.
Sin embargo, no todo es de color rosa sobre las dos ruedas. Los ciclistas piden recorridos rápidos y mantenimiento. «En algunos tramos hay que zigzaguear y cruzar la misma calle varias veces para seguirlo», indica Quesada, de Trek y también usuario de bicicleta. La gran asignatura pendiente sigue siendo el carril litoral, que uniría Rincón de la Victoria, desde el arroyo de Totalán, con Torremolinos. El Ayuntamiento ha solicitado a Costas ganar un par de metros a la playa, pero Costas se niega a ceder más arena. «Tendremos que seguir intentándolo», asegura Casero.
