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Ya se veía venir, aun así no existe consuelo. El año 2009 pasará a la historia como uno de los peores para el mercado laboral malagueño. El ejercicio concluyó con 211.800 desempleados, 31.900 empleos destruidos y una tasa de paro que rebasa el 27%, la cuarta más elevada de todo el país, un punto por encima de la media andaluza y nueve puntos superior a la media española. El bofetón estadístico lo propinó la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al cuarto trimestre de 2009, único documento válido para las comparaciones europeas y que no recoge ni un solo resultado que permita cierto respiro.
El indicador alcanza así el peor dato de la serie histórica comparable, que arrancó en 2001. Remontándose atrás, utilizando series no comparables, se trata del peor dato del paro de los últimos 15 años.
Poco se notaron las medidas anticrisis aplicadas por el Gobierno. Y, el principal problema, es que 2010 no tiene apariencia de ser mejor. El Gobierno reconoció ayer que espera un «deterioro adicional» en las cifras del desempleo en los próximos meses por lo que mantiene una posición de «cautela». Lo dijo el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien no descartó alcanzar el 20% de tasa de paro, porcentaje superado ya con creces en la provincia -27,35%- y en Andalucía donde la tasa se sitúa en el 26,33%.
La estadística va de récords. El porcentaje, que creció en Málaga un 4,21% respecto a 2008, la sitúa como la cuarta provincia española con mayor tasa de paro. El 'ranking' lo lidera Las Palmas y le siguen Cádiz y Granada.
La EPA también refleja que la peor parte del desempleo en el cuarto trimestre del año se la llevaron los hombres. Su paro subió en 123.100 personas. El deterioro del mercado femenino fue menor, 88.700 malagueñas perdieron su empleo.
Tampoco la comparación intertrimestral arroja datos para el optimismo. Si se ojean las cifras del tercer trimestre de la EPA en 2009 y las publicadas ayer del cuarto trimestre, se observa que en tan sólo tres meses las personas que se han quedado sin trabajo han aumentado en casi 38.000 malagueños, pasando de los 173.900 a 211.800 desempleados.
Más ocupados
Todos los sectores productivos se vieron golpeados, excepto la industria donde el desempleo bajó un 1,8%. Los servicios no mantuvieron el tipo y el paro aumentó un 42,2%, al igual que en el sector del ladrillo un 36,8% y en agricultura un 25,9%. El colectivo sin empleo anterior creció también un 64,3%.
En Andalucía, se superó la barrera del millón de desempleados. Un 1.034.000 personas se encuentran sin tajo al que acudir, tras incrementarse en el último año el número de desempleados en 183.700.
Según la EPA, en el cuarto trimestre de 2009 el número de parados aumentó en Andalucía en 39.600 (un 3,98%) con respecto al trimestre anterior, aunque el número de ocupados aumentó en 9.200 (un 0,32%) -esta evolución del paro y del empleo ha coincidido con un incremento de la población activa-. Y a ello se agarró el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que destacó que por primera vez en dos años se ha creado empleo en un trimestre.
También los sindicatos UGT-A y CC OO-A valoraron el aumento del número de ocupados, si bien matizaron que «no puede hablarse de final de crisis. Para el PP -A, el panorama es más sombrío y por ello el secretario general, Antonio Sanz, reclamó la celebración de un pleno extraordinario en el Parlamento para abordar el desempleo.
A nivel nacional el ejercicio terminó con 1.118.600 parados más, alguno menos que en 2008, y 1.210.800 empleos destruidos, el doble de los desaparecidos 12 meses antes. Nunca antes había habido tantos desocupados, el total se elevó a 4.326.500 personas.
El ritmo al que se deteriora el mercado laboral deja obsoletas las previsiones oficiales. Es muy difícil que el ejercicio termine con la tasa de paro pronosticada del 19% (media anual), cuando ha empezado con un 18,83%, porcentaje casi cinco puntos superior al del ejercicio anterior y el más alto desde el primer trimestre de 1998.
Inmigrantes
La EPA también refleja que la peor parte del desempleo se la llevaron los hombres. Su paro subió en 703.700 personas y sus puestos de trabajo bajaron en 900.000. Todo ello, pese a que la mano de obra masculina disponible cayó en casi 200.000 trabajadores. El deterioro del mercado femenino fue menor y el desánimo no cundió entre el colectivo.
Hubo 104.000 mujeres más que se incorporaron a la población activa. El desempleo subió en 415.000 trabajadoras y las colocaciones destruidas se quedaron en 310.800.
El pasado ejercicio dejó 821.900 parados autóctonos y 296.800 desempleados inmigrantes más. La tasa de desocupados entre la población española se quedó en el 16,80%, mientras que se disparó entre los extranjeros, de manera que casi 30 personas de cada cien con edad y ganas de trabajar no lo consiguieron.
La situación provocó que la población activa venida de fuera descendiera en 42.500 personas, cansadas de buscar infructuosamente una colocación.
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El indicador alcanza así el peor dato de la serie histórica comparable, que arrancó en 2001. Remontándose atrás, utilizando series no comparables, se trata del peor dato del paro de los últimos 15 años.
Poco se notaron las medidas anticrisis aplicadas por el Gobierno. Y, el principal problema, es que 2010 no tiene apariencia de ser mejor. El Gobierno reconoció ayer que espera un «deterioro adicional» en las cifras del desempleo en los próximos meses por lo que mantiene una posición de «cautela». Lo dijo el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien no descartó alcanzar el 20% de tasa de paro, porcentaje superado ya con creces en la provincia -27,35%- y en Andalucía donde la tasa se sitúa en el 26,33%.
La estadística va de récords. El porcentaje, que creció en Málaga un 4,21% respecto a 2008, la sitúa como la cuarta provincia española con mayor tasa de paro. El 'ranking' lo lidera Las Palmas y le siguen Cádiz y Granada.
La EPA también refleja que la peor parte del desempleo en el cuarto trimestre del año se la llevaron los hombres. Su paro subió en 123.100 personas. El deterioro del mercado femenino fue menor, 88.700 malagueñas perdieron su empleo.
Tampoco la comparación intertrimestral arroja datos para el optimismo. Si se ojean las cifras del tercer trimestre de la EPA en 2009 y las publicadas ayer del cuarto trimestre, se observa que en tan sólo tres meses las personas que se han quedado sin trabajo han aumentado en casi 38.000 malagueños, pasando de los 173.900 a 211.800 desempleados.
Más ocupados
Todos los sectores productivos se vieron golpeados, excepto la industria donde el desempleo bajó un 1,8%. Los servicios no mantuvieron el tipo y el paro aumentó un 42,2%, al igual que en el sector del ladrillo un 36,8% y en agricultura un 25,9%. El colectivo sin empleo anterior creció también un 64,3%.
En Andalucía, se superó la barrera del millón de desempleados. Un 1.034.000 personas se encuentran sin tajo al que acudir, tras incrementarse en el último año el número de desempleados en 183.700.
Según la EPA, en el cuarto trimestre de 2009 el número de parados aumentó en Andalucía en 39.600 (un 3,98%) con respecto al trimestre anterior, aunque el número de ocupados aumentó en 9.200 (un 0,32%) -esta evolución del paro y del empleo ha coincidido con un incremento de la población activa-. Y a ello se agarró el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que destacó que por primera vez en dos años se ha creado empleo en un trimestre.
También los sindicatos UGT-A y CC OO-A valoraron el aumento del número de ocupados, si bien matizaron que «no puede hablarse de final de crisis. Para el PP -A, el panorama es más sombrío y por ello el secretario general, Antonio Sanz, reclamó la celebración de un pleno extraordinario en el Parlamento para abordar el desempleo.
A nivel nacional el ejercicio terminó con 1.118.600 parados más, alguno menos que en 2008, y 1.210.800 empleos destruidos, el doble de los desaparecidos 12 meses antes. Nunca antes había habido tantos desocupados, el total se elevó a 4.326.500 personas.
El ritmo al que se deteriora el mercado laboral deja obsoletas las previsiones oficiales. Es muy difícil que el ejercicio termine con la tasa de paro pronosticada del 19% (media anual), cuando ha empezado con un 18,83%, porcentaje casi cinco puntos superior al del ejercicio anterior y el más alto desde el primer trimestre de 1998.
Inmigrantes
La EPA también refleja que la peor parte del desempleo se la llevaron los hombres. Su paro subió en 703.700 personas y sus puestos de trabajo bajaron en 900.000. Todo ello, pese a que la mano de obra masculina disponible cayó en casi 200.000 trabajadores. El deterioro del mercado femenino fue menor y el desánimo no cundió entre el colectivo.
Hubo 104.000 mujeres más que se incorporaron a la población activa. El desempleo subió en 415.000 trabajadoras y las colocaciones destruidas se quedaron en 310.800.
El pasado ejercicio dejó 821.900 parados autóctonos y 296.800 desempleados inmigrantes más. La tasa de desocupados entre la población española se quedó en el 16,80%, mientras que se disparó entre los extranjeros, de manera que casi 30 personas de cada cien con edad y ganas de trabajar no lo consiguieron.
La situación provocó que la población activa venida de fuera descendiera en 42.500 personas, cansadas de buscar infructuosamente una colocación.
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